Capitulo 92
Capitulo 92
Capítulo 92
–¡Hola? –La llamada fue aceptada dentro de tres segundos para que luego se escuchara sonar la voz de Elias.
– Ayúdame… Elías, por favor ayúdame… Fui engañada y ahora me encuentro escondida en el lavabo de una suite. Hay un hombre afuera que quiere hacerme daño… Me siento muy mareada. Por favor, necesi to tu ayuda… –A la vez que ella se volvía cada vez más callada, la preocupada voz de Elías pronto interrumpió:
–¿En qué hotel estás? ¿En cuál –suite?
– No lo sé… Me trajeron aquí… Te enviaré la ubicación ahora… Elías… Por favor, sálvame… — Poco des pués, ella sintió como perdía la conciencia antes de que se desmayara en el lavabo.
A la vez, un auto negro salió disparado del estacionamiento del Grupo Palomares antes de que se dirigiera con rapidez hacia el hotel indicado. El hombre apuesto q ue conducía tenía un aspecto frio en su rostro.
«¿Quién intentaría conspirar en contra de Anastasia? ¿Quién se atrevería a engañarla?». El auto de Elí as entró al estacionamiento del hotel dentro de 15 minutos y empezó a dirigirse hacia la recepción desp ués de eso. Él intentó llamarla, pero nadie contestó la llamada, lo cual le indicó que ella ya había perdido la conciencia.
– Traiga a su encargado en este instante. Mi amiga está siendo abusada dentro de su hotel y quiero que e
ste lugar se haga completamente responsable si algo le llega a pasar. — Cuando el encargado se acercó y vio a Elías, el empezó a transpirar.
«¿Qué no es este joven un miembro de la familia Palomares?». Property of Nô)(velDr(a)ma.Org.
–Revisaré las cámaras de vigilancia de inmediato, joven Elías. – El encargado fue con rapidez hacia el cuarto de vigilancia en donde encontró la grabación de una chica i nconsciente siendo llevada hacia el elevador dentro de dos minutos; fue llevada por dos hombres con g orras hacia la suite presidencial. Después de conseguir el número de la suite, Elías corrió hacia el eleva dor mientras que el encargado lo seguía a sus espaldas con dos de sus empleados. Él empezó a sentir como los latidos de su corazón aumentaban por cada segundo que pasaba en el transcurso que se dirigía hacia arriba con rapidez.
Vamos! iMuévete más rápido! iRápido! Anastasia ya habrá sido… No. No permitiré que eso suceda. Yo n o voy a dejar que la abusen sexualmente una vez más». Elías se sentía con el deseo de matar en ese m omento mientras que intentaba averiguar quién intentaría causarle daño a Anastasia
De regreso a la suite presidencial, Brandon se había asegurado de que Anastasia se haya desmayado e n el lavabo; como era de esperarse, él empezó a abrir el cerrojo de la puerta que lo llevaría adentro, pue s no se atrevió a pedirle ayuda al hotel. En ese preciso momento, él estaba quitando el seguro de la pue rta del lavabo cuando la puerta que daba hacia la suite fue abierta con una patada y una figura enojada entró justo después; justo ahí, E lias tenia la misma apariencia que el mismísimo Diablo que venía a visitar a Brandon. Elias dejó caer su pierna sobre el con un aspecto de repugnancia en su rostro antes de que el hombre viejo y ladino pudie
Después de que pateara a Brandon fuera del camino, el encargado actuó con rapidez en decirles a
sus trabajadores que abrieran la puerta bajo las instrucciones de Elias, pues Anastasia había perdido la c hacer que uno perdiera el aliento.
– Anastasia… llamó Elias con preocupación para luego levantarla del suelo. Al mismo tiempo, Brandon por Quiero que presente una denuncia a la policía y que se ponga a este hombre bajo custodia.
El encargado hizo que sus trabajadores sujetaran a Brandon de inmediato mientras que el contactaba a l colocara en la cama con cuidado, pues sabia que era Elías quien la cargaba antes de que abriera sus be