La Heredera del Poder

Capítulo 123



Capítulo 123

Ella temía que si comía poco, Sebastián pensaría que estaba fingiendo demasiado.

Después de todo, hay muchas jóvenes que comen muy poco para mantener la línea.

Quería mostrarle a Sebastián que no solo era vegetariana, sino que también era diferente a las demás, esas que solo buscan

apariencias.

Pero Sebastián no le había prestado atención en todo el rato, en cambio, Roberto no dejaba de expresar su asombro por lo diferente que era la Srta. Muñoz de los demás.

Sebastián, luego de sentirse satisfecho, dejó los cubiertos a un lado y dijo, “Me voy a ir ya“.

Roberto también se puso de pie.

“No hace falta que me acompañes“, dijo Sebastián.

Roberto también había quedado con hambre y dijo, “Entonces, hermano Sebas, ten cuidado en el camino“.

Sebastián asintió levemente con la cabeza.

Fue solo cuando Sebastián pasó por su lado que Yolanda pudo ver bien ese perfil tan bello que parecía inalcanzable.

Le dejaba sin palabras. Belongs to © n0velDrama.Org.

Yolanda sentía que su corazón ya no le pertenecía.

Había tiempo de sobra.

¡Ella se aseguraría de que el Sebastián se convirtiera en su más leal

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Capitulo 123

admirador, que no tendría ojos para nadie más!

Además, quería que Sebastián experimentara lo que era disfrutar momentáneamente del poder, solo para después perseguir el perdón como si estuviera en su propio funeral.

**

Al volver a casa por la noche, Gabriela se dio un baño y se puso a transmitir en vivo mientras jugaba.

Ese día no estaba jugando a los videojuegos como de costumbre, sino estaba jugando al ajedrez.

El ajedrez era el pasatiempo nacional del país de Torreblanca.

Tanto en el pasado como en el presente, a Gabriela le encantaba.

Para su sorpresa, había alrededor de una docena de espectadores

en su transmisión en vivo de ese día.

【¡Carajo! ¡La anfitriona resulta ser una maestra de ajedrez de nivel 7!]

Normalmente, si no eres un jugador profesional, es muy difícil alcanzar el nivel de maestro de ajedrez de nivel 7.

Especialmente si el jugador es una mujer.

【¿No será que la señorita está haciendo trampa y tiene a alguien. jugando por ella, verdad?]

Gabriela echó un vistazo a los comentarios y dijo, “Solo soy una maestra de ajedrez de nivel 7, ¿necesito hacer trampa?”

【¡Carajo! La anfitriona tiene una voz realmente bonita.]

【Señorita, ¡muéstranos tu rostro!]

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Gabriela dijo: “Un jugador técnico no necesita depender de su apariencia para ganarse la vida“.

【¡Señorita, no exageres!]

Gabriela respondió a los comentarios de forma casual, mientras manejaba el ratón y el teclado con soltura.

Aunque hablaba como si no le importara, la velocidad con la que jugaba no era para nada lenta, casi parecía que no necesitabal pensar antes de mover sus piezas.

Sus dedos largos y elegantes se contrastaban con el teclado negro y rígido, creando una hermosa escena.

Todo era en blanco y negro.

La batalla se volvía más y más intensa.

Parecía que ambos jugadores habían alcanzado un punto muerto, ninguno quería ceder.

Era evidente que su oponente también era un maestro.

【¡Anfitriona, ánimo! ¡Cuidado con perder por un descuido!]

Pero Gabriela seguía manteniendo un tono despreocupado, “Voy a permitir que tome otra pieza, y en tres movimientos lo tendré en jaque“.

【¡La que está a punto de ser jaqueada eres tú!]

【¡La anfitriona está exagerando!】

“¡Las personas guapas nunca exageran!”

Justo en ese momento, se acabó un juego y la pantalla mostraba: [¡Jaque! ¡Ganan las negras!]

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Capitulo 123

Gabriela había estado jugando con las negras.

[¡Carajo! ¡La anfitriona es increíble!]

[¡Esa maniobra de distracción fue impresionante!]

【Usuario: Cielo derrumbado martillo de oro 1225 ha enviado un coche deportivo!]

【Usuario: Cansado ya ha enviado una flecha!]

【Usuario: Luz de mañana 1985…]

Gabriela jugó un total de dos partidas y los espectadores del canal en vivo aumentaron de un solo dígito a más de cien.

Aunque solo había unos trescientos espectadores, Gabriela logró ganar más de doscientos seguidores con su habilidad en el ajedrez, y también ganó trescientos dólares.

[¡Anfitriona, juega otra partida!]

Gabriela miró la hora, “Ya no voy a jugar más, es hora de dormir, ustedes también deberían descansar temprano“.

Después de decir esto, Gabriela cerró la transmisión en vivo.

Por otro lado.

[¡Derrota! ¡Ganan las negras!]

Al ver esa línea en la pantalla de su computadora, Sebastián frunció el ceño y tomó el encendedor que tenía al lado.

De repente,

una llama azul surgió en el aire, iluminando su rostro ya de por sí frío y distante. Sus finos labios estaban apretados y, bajo la luz azul de la llama, parecía aún más inaccesible.

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Capítulo 123

A Sebastián le encantaba el ajedrez, era su mayor pasatiempo después de sus prácticas espirituales.

En su vida cotidiana y en el mundo virtual, nunca había encontrado a alguien que pudiera vencerlo.

Ese día era la primera vez.

Y para colmo, el desconocido había ganado dos veces seguidas.

Sebastián, que estaba acostumbrado a dirigir y dominar todo a su alrededor como si estuviera orquestando una sinfonía, encontró desafiante el haber perdido ante un extraño. Esa sensación de encontrarse con un rival digno le resultaba extrañamente perturbadora.

Encendió un cigarrillo, lo sostuvo entre sus labios delgados, mientras giraba un rosario en una mano y con la otra manejaba el ratón para abrir el perfil de su contrincante.

Nombre en el juego: Shitala–YC.

De repente, a Sebastián le vino a la mente Bernadotte–YC.

¿Podría ser la misma persona?


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