Capítulo 730
Capítulo 730
Capítulo 730
Clara no se sintió incómoda en absoluto. Si había alguna incomodidad, era la que sentía hacia Pol.
A pesar de sus claras preferencias, nunca menospreciaba ni despreciaba a nadie. Había sido educada con muy buenos modales. Content held by NôvelDrama.Org.
-¡No hay problema! Si no nos permiten entrar, esperaremos a que abran y volveremos luego. Vámonos por ahora-Clara no quería causarle inconvenientes a Pol y simplemente dijo de manera tranquila: -Si quieres montar a caballo, puedes ir a mi establo en casa. Es lo mismo y, vas a
disfrutar de un excelente caballo.
Cuando se dio la vuelta para irse, Pol inesperadamente agarró su mano y la apretó muy
lentamente. Clara intentó instintivamente soltarse, pero no pudo. La voz de Pol sonaba dominante y autoritaria. Desde que se volvieron a encontrar hasta ahora, era la primera vez que Clara veía un
lado dominante de él.
Los dos guardias de seguridad se miraron el uno al otro y dijeron fríamente: -Deberían irse rápido, o de lo contrario no nos haremos responsables de lo que pueda suceder. Nuestro joven señor está
ocupado atendiendo a los invitados en el interior, y los intrusos no serán bienvenidos.
–
Pol, en cambio, se mostró tranquilo y se acercó a ellos: -¿Y si insistiera en entrar, que sucedería? –
¿Estás buscando problemas a propósito? – Un guardia de seguridad lo miró con los ojos muy
abiertos y pareció que estaba a punto de empujar a Pol.
Sin embargo, antes de que el hombre pudiera tocar la ropa de Pol, todo sucedió muy rápido. Vio
destellos, luego sintió un tirón en el brazo, y finalmente emitió un grito de dolor. Clara observó con
sus ojos muy abiertos mientras Pol derribaba a los dos guardias con una maniobra rápida y muy
ágil y los dejaba tendidos en el suelo, incapaces de colocarse en sus pies.
-Clara, vámonos-dijo Pol mientras sacaba un pañuelo blanco de su bolsillo y se limpiaba las
manos con delicadeza. Habló con suavidad y amabilidad, como si no hubiera tenido nada que ver
con el incidente violento que acababa de ocurrir.
Pol se pasó la lengua por los labios y con elegancia, tiró de nuevo de la mano de Clara y
continuaron caminando sin desviarse.
-¡Espera! ¿Quién demonios eres tú? – el guardia de seguridad en el suelo les gritó con expresión
de dolor y rabia.
Pol se detuvo por un momento y sonrió suavemente. ¡Soy Pol…!!
Los dos guardias de seguridad, ahora postrados en el suelo, palidecieron de miedo
Mientras tanto, Alejandro, incapaz de contactar a Clara, estaba ansioso dentro de su lujoso coche.
-Alejandro, ¿no puedes comunicarte con la señora? -preguntó César, también con una expresión
de preocupación.
-Si. Antes, aunque ella no me interesara en absoluto, nunca dejaba de contestar mis llamadas-
dijo el hombre, apretando nerviosamente su móvil, con las palmas de las manos sudadas y una
expresión sombría en su rostro. -César, ¿habré hecho algo mal de nuevo para que ella esté
enojada? Últimamente, después de mi lesión en la cabeza, mi memoria ha estado fallando un poco.
¿Puedes ayudarme a recordar si dije algo incorrecto o hice algo mal? – Mirando al CEO tan ansioso,
era difícil creer que fuera la misma persona segura y sonriente que solía ver en el mundo de los
negocios.
-En estos días no ha visto a la señora, ¿verdad? No he tenido la oportunidad de enojarla-sugirió
César, rascándose la cabeza. -¿Podría ser que la señora haya recordado el daño que le causó en el
pasado y por eso no quiere hablar con usted?
Alejandro, con una expresión de desconcierto, respondió: -Eso no debería ser posible, ya lo hemos
hablado varias veces.
César continuó: -También es una posibilidad. La señora ahora trabaja en la sede central del grupo
KS y su carrera está en ascenso. Es posible que haya recordado cosas del pasado y simplemente no
quiera hablar contigo.
Alejandro suspiró profundamente, preocupado, y se cubrió la frente con la mano.