Niña en sus ojos Reina en su tierra

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Una niña tan buena y se dice que se la pasa peleando en la escuela?

¿Y que incluso ha mandado gente al hospital?

Ja, él de todas formas no lo crela,

Grupo Real.

El asistente Caleb sostenía un montón de documentos y empujó la puerta entreabierta de la oficina del presidente.

Al entrar, camino hacia el escritorio negro y dejó los papeles encima: “Elio, aquí están los documentos que necesita procesar hoy. En media hora hay una reunión con los altos ejecutivos que requiere su presencia.”

“Al mediodía tiene un almuerzo con el gerente del banco HSBC, quien reservó esta cita hace una semana.”

“Y por la tarde…”

Caleb colocó los documentos en la mesa y se retiró a un lado, observando a su jefe que hoy parecia diferente a lo usual, sintiéndose curioso, le echó varios vistazos a escondidas.

Elio, que normalmente se concentra en el trabajo y no toca su teléfono más que lo necesario, hoy no dejaba de mirarlo.

Había entrado y salido de la oficina tres veces.

Y Elio aún estaba con el teléfono.

Eso nunca había pasado antes.

Caleb estaba muy intrigado sobre qué tenía ese teléfono que tanto atraía a su jefe Elio.

Continuó con su reporte diario rutinario.

“Espera.” El hombre de extremadamente buen aspecto al frente del escritorio negro levantó lentamente la cabeza, sus rasgos finos y elegantes eran excepcionalmente nitidos, sus ojos oscuros contenían una mezcla de frialdad e indiferencia, y su aire innato de distinción y elegancia lo hacían destacar aún más.

Incluso Caleb, siendo un hombre, a menudo se encontraba perdido en la belleza de su jefe, incapaz de salir.

Ver esa cara problemáticamente atractiva de su jefe, secretamente pensaba que si Elio no fuera el presidente de Grupo Real y se dedicara al entretenimiento, esos jóvenes actores no tendrian oportunidad.

Elio tenia un carisma devastador.

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Caleb dio un paso adelante y con respeto dijo: “¿Alguna instrucción, Elio?”

Elio, con sus dedos largos y delicados, tocaba suavemente la pantalla del teléfono, sus frios y profundos ojos se entrecerraron, su camisa blanca desabrochada revelaba una porción de piel y una clavicula tentadora.

El hombre habló, su voz era fría y con una textura agradable: “Nada más aparte del reporte del trabajo diario?”

“¿Ah?” Caleb se quedó perplejo.

Elio miró friamente: “¿Qué tal ha estado Loreto en la escuela últimamente?”

Caleb se quedó atónito unos segundos.

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Capitulo 33

¿Elio se estaba preocupando por su hermano?

Aunque Caleb no sabia por qué Elio de repente se interesaba por su hermano, al que rara vez preguntaba durante el año, respondió honestamente: “Igual que siempre, hoy se peleó de nuevo y mandó al otro al hospital.”

Caleb estaba al tanto de las travesuras de Loreto.

Porque cada vez que Loreto causaba problemas, era él, el asistente especial de Ello, quien tenia que limpiar el desastre.

A lo largo del año,

solo para lidiar con las travesuras de Loreto, habla ido al menos unas veinte o treinta veces.

Los profesores de la Escuela Paxsi tal vez no reconocieran a Elio, pero seguro que lo conocían a él.

En cuanto a Elio…

La relación entre Elio y su hermano no era precisamente profunda; uno pasaba el año en el país y el otro en el extranjero, apenas se veian una o dos veces al año. A pesar de ser hermanos de sangre, su relación también requeria tiempo y esfuerzo para fortalecerse.

“¿Otra pelea?” La voz fría de Elio sonaba algo perezosa, quizás por falta de descanso, su voz grave era un poco ronca, sin mostrar si estaba de buen o mal humor, pero sus profundos ojos destilaban un toque de frialdad.

“De hecho, Loreto ha estado bastante tranquilo últimamente.” Caleb, que había limpiado demasiados desastres de Loreto, también habia desarrollado cierto cariño; miró cautelosamente la expresión de Elio y habló a favor de Loreto, “En los últimos dos meses, solo ha tenido esta pelea.”