Reconquistando a Mi Encantadora Secretaria

Capítulo 273



Capítulo 273

Capitulo 0273

El rostro de Sofia se volvia cada vez mas palido, y Cira, temiendo que se desmayara, solté el arco.

Lidia también solt6 el cuello de Sofia y se sento

despreocupadamente en el banco.

Sofia sintid las piernas débiles, casi cay6 al suelo. Con odio, miré a las dos mujeres y dijo: -Yo... yo... cuando Osiel regrese, i definitivamente se lo contaré!

Cira y Lidia le respondieron indiferentes: -Como quieras.

Sofia queria hacer algo, pero frente a estos dos rostros hermosos, no pudo hacer nada. Al final, con enojo, dio un pisotén y se fue.

Los dos hombres que se habian ido antes, regresaron en este momento. Morgan not6 la atmésfera delicada y pregunt6 a Cira con la mirada: — gAlgo paso?

-No es nada. Me duelen un poco las manos, sefior Vega. Para la tercera ronda, puedes competir con el sefior Sanchez -Cira se fro el brazo, ya que tirar del arco era duro para las palmas y los tendon

del brazo. Morgan no insistid, afirmo y se fue. Mientras se iba, indicd a asistente del campo: -Trdele una toalla fria a ella. El asistente del campo rapidamente trajo una toalla fria, junto con una botella de agua helada, y Cira la colocd en sus palmas.© 2024 Nôv/el/Dram/a.Org.

Lidia sonrio y dijo: -El sefior Vega realmente te cuida. No es de extrafiar que te atrevieras a enfrentarte directamente a Sofia antes. Su familia tiene antecedentes reales, de lo contrario, la familia

: Sanchez no la habria emparejado con Osiel para un matrimonio arreglado.

La expresion de Cira era bastante tranquila. Atreverse a actuar no tenia ninguna relacion con Morgan, ya sea que él la respaldara o no, solo estaba buscando justicia para si misma.

~Por qué deberia soportar insultos sin razon alguna? Pero no hacia falta darse las explicaciones a Lidia. Después de todo, no eran amigas.

De repente, Lidia dijo: -Siempre he querido disculparme con la sefiorita Lopez.

-,Disculparte? -Cira la mird-. ,Por qué?

Lidia apreté los labios: -He oido que después de entonces, ocurrieron muchas cosas en la ciudad Aguavilla entre ustedes. En cierta medida, todo esto se origind porque te dejé en el bosque salvaje. Realmente no pensé que tendria tan graves repercusiones.

Lo siento.

Cira sostenia la toalla en la mano. No llevaba ufias pintadas, después. de que las ufias se humedecieron con agua, eran de un delicado col rosa. Ella simplemente dijo: -Acepto las disculpas, sefiorita Flor

— ,Aceptar, pero no perdonar, verdad? -pregunto Lidia.

Exactamente.

Cira no era tan generosa, una disculpa de Lidia solo recibia una respuesta de que no importaba.

Con Morgan, las cosas se volvieron tan complicadas en parte era debido a los eventos en la ciudad Aguavilla.

-La sefiorita Lopez parece ser rencorosa -brome6 Lidia-, pero esta es una deuda que tengo contigo. En el futuro, si necesitas ayuda, no

dudes en pedirla, Haré todo lo posible por ayudarte. Cira penso por un momento y asintid: -Lo recordaré.

Aunque en este momento no podia imaginar por qué necesitaria la ayuda de Lidia, siempre seria bueno tener una opcién adicional.

Lidia miré hacia el campo de tiro, con la mirada distante, pero gradualmente se volvid un poco melancdlica.

Cira siguid su mirada y vio a Osiel parado detras de Sofia, ensefiandole como tensar el arco, con las manos entrelazadas en una ensefianza cercana.

El pecho del hombre estaba pegado a la espalda de la mujer, en una posicién intima.

Cira al observarlos record6 su propia experiencia.

Ella se atrevio a enfrentarse a Sofia, no porque contara con el respaldo de Morgan, sino porque Morgan le ensefid que, frente a la injusticia, podia contraatacar directamente.

Ahora, sus dos deportes favoritos eran el tiro y el golf. Especialmente este ultimo, incluso logré un ace.

Pero al principio, no entendia ni siquiera las reglas basicas. Fue objeto de burlas maliciosas por parte de un cliente estadounidens

-Las “pelotas’” de la sefiorita secretaria se ve tan bien, pero result que no sabe jugar.

En ese momento, recién habia asumido el cargo de secretaria y alin no habia desarrollado la actitud imperturbable que tenia ahora. Después de entender el significado extremadamente vulgar de esas palabras, se puso palida y vergonzosa, quedandose paralizada en su lugar sin poder articular palabra.

Morgan se acercé a ella con un rostro imperturbable, tomo sus

manos

comenz6 a ensefiarle.

-Abre los pies, ancho de hombros, inclina ligeramente el cuerpo. Sostén la cabeza del palo con la mano izquierda, y la mano derecha sostiene el cuerpo del palo. Golpea la bola de manera estable con la cabeza del palo, utilizando la fuerza de la mufieca. Antes de actuar, mira varias veces tu objetivo, ajusta el cuerpo y el angulo del golpe segun el objetivo. gEntendido?

Su mente estaba hecha un lio: -Entendido, lo entendi. Morgan le pregunt6 de nuevo: -,Cual es tu objetivo? En realidad, ella respondio al azar.

Era tanto por la emocion no resuelta de ser humillada como por la incomodidad de su espalda pegada al pecho de él en medio de tanta gente. La situacion tan intima la hacia sentir avergonzada.

Ella eligid un hoyo no muy lejano, pensando que seria mas facil: -El hoyo numero tres, supongo.

Morgan sonrié con desdén: -Estas equivocada. éPor qué?

-Tu objetivo, es este... -Morgan sostuvo su mano, gird repentinamente en una direccion diferente. Antes de que pudiera reaccionar, jé| balanced bruscamente el palo de golf!

La pelota volé de inmediato, jimpactando directamente en la cara d cliente estadounidense!

El cliente grito de dolor, sosteniendo su nariz sangrante y cayendo a suelo: -jAh!

jElla se quedo aténita en el acto!

Mientras tanto, Morgan, sin siquiera mirar al cliente, indicd con calma al caddie que volviera a colocar la pelota.

-Cuando sea necesario, contraataca. Mis personas no se quedan de pie para ser humilladas. gLo entiendes ahora?


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