Capítulo 230
Capítulo230
Esa esquina es una zona ciega de las cámaras. dijo Pedro.
Bella no pudo evitar soltar una risa fría: ¿O sea que yo robé los medicamentos de ahí y luego los cambié en el coche a la señorita García?
Pedro no dio respuesta.
–
Bella resopló: Aunque hubiera sido yo la que los cambiara, ni siquiera sé cuáles son los medicamentos que necesita, ¿cómo iba a conseguir con antelación uno incompatible?
-No es tan difícil prepararlo, Anna tiene una herida en la frente que le duele e está inflamada, i cualquiera habría adivinado que iba a comprar un antiinflamatorio! -exclamó Javier.
Al oírlo, Bella frunció las cejas y miró a Pedro con frialdad -¿Tú también lo crees así?
Pedro estaba frunciendo el ceño pero aún no había hablado cuando Javier no pudo contenerse
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-¡Maldita sea, cómo puedes ser tan malvada! ¿Qué le ha hecho mi hija Anna para que tú la trates así una y otra vez, intentando matarla!
Diciendo esto, Javier levantó la mano para abofetear a Bella, pero Pedro lo detuvo antes de que se acercara a ella. Tío, cálmate.
–
¿Cómo voy a calmarme? Anna es la única hija que tengo, es tan dócil y nunca se ha enfrentado a nadie, ¿por qué tu mujer la odia tanto y quiere hacerle daño?
-Pobre Anna, ni siquiera se atrevía a molestarme cuando se encontraba mal, tuvo que llamar ella misma a la ambulancia para venir al hospital… y encima le dolía tanto que tuve que que
venir…
Javier de pronto se echó a llorar: -Si algo le pasa a Anna, ¿cómo voy a mirar a su madre que está muerta?
-Papá, no sigas -Anna le interrumpió entre sollozos-, ¿ves que estoy bien ahora?
-¡Eso es porque has tenido suerte! Los médicos dijeron que si no te hubieran atendido a tiempo, hoy habrías perdido la vida.
Javier se aterrorizó cada vez más, y volvió a abalanzarse sobre Bella reclamândole: -¡Si tienes algo en contra, enfréntate a mí, pero no le hagas daño a mi hija!
-Papá, no hagas eso.
Suplicó Anna desesperada, intentando levantarse de la cama, pero sin fuerzas, y a punto de golpearse la cabeza contra la esquina.
Pedro actuó rápido, extendiendo el brazo para evitar qué Anna se hiciera más daño.
Y Bella, que estaba allí, instintivamente estiró la pierna y le dio una patada violenta porque Javier de repente se abalanzó sobre ella…
-¡Ay!
Javier no se esperaba que Bella fuera a patearle, y el hombre de complexión un poco torpe se
TA
+15 BONUS
fue hacia atrás, cayendo de espaldas al suelo..
-¡Papá! -¡Tío!
Anna y Pedro exclamaron al mismo tiempo.
Mientras Pedro se acercaba a Javier, Anna también intentó bajarse de la cama, pero se resbaló y terminó en el suelo.
-¡No te muevas! -dijo Pedro, volviendo para ayudar a Anna.
-No te preocupes por mí, ve a ver a papá.
-¡Maldita sea, cómo puedes ser tan malvada! ¿Qué le ha hecho mi hija Anna para que tú la trates así una y otra vez, intentando matarla!
Diciendo esto, Javier levantó la mano para abofetear a Bella, pero Pedro lo detuvo antes de que se acercara a ella. Tío, cálmate.
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¿Cómo voy a calmarme? Anna es la única hija que tengo, es tan dócil y nunca se ha enfrentado a nadie, ¿por qué tu mujer la odia tanto y quiere hacerle daño?
-Pobre Anna, ni siquiera se atrevía a molestarme cuando se encontraba mal, tuvo que llamar ella misma a la ambulancia para venir al hospital… y encima le dolía tanto que tuve que que
venir…
Javier de pronto se echó a llorar: -Si algo le pasa a Anna, ¿cómo voy a mirar a su madre que está muerta?
-Papá, no sigas -Anna le interrumpió entre sollozos-, ¿ves que estoy bien ahora?
-¡Eso es porque has tenido suerte! Los médicos dijeron que si no te hubieran atendido a tiempo, hoy habrías perdido la vida.
Javier se aterrorizó cada vez más, y volvió a abalanzarse sobre Bella reclamândole: -¡Si tienes algo en contra, enfréntate a mí, pero no le hagas daño a mi hija!
-Papá, no hagas eso.
Suplicó Anna desesperada, intentando levantarse de la cama, pero sin fuerzas, y a punto de golpearse la cabeza contra la esquina.
Pedro actuó rápido, extendiendo el brazo para evitar qué Anna se hiciera más daño.
Y Bella, que estaba allí, instintivamente estiró la pierna y le dio una patada violenta porque Javier de repente se abalanzó sobre ella…
-¡Ay!
Javier no se esperaba que Bella fuera a patearle, y el hombre de complexión un poco torpe se
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fue hacia atrás, cayendo de espaldas al suelo..
-¡Papá! -¡Tío!
Anna y Pedro exclamaron al mismo tiempo.
Mientras Pedro se acercaba a Javier, Anna también intentó bajarse de la cama, pero se resbaló y terminó en el suelo.
-¡No te muevas! -dijo Pedro, volviendo para ayudar a Anna.
-No te preocupes por mí, ve a ver a papá.
Anna empujó la cama tratando de apartarse de Pedro, pero su cuerpo débil hizo que se precipitara hacia delante, y la cama, por inercia, se deslizó en dirección a Bella.
Para esquivar la cama, Bella se apartó rápidamente, pero sin querer chocó contra el bote de basura junto al ascensor y se sentó de golpe en él.
Al apoyar la mano, sintió un agudo dolor, pues los pequeños guijarros que cubrían el bote se le clavaron en la piel.
-¡Ah!
Pedro ni siquiera tuvo tiempo de ver cómo estaba Bella, porque Anna lanzó un grito desgarrador.
Resulta que al deslizarse la cama, la aguja que tenía puesta se había salido, provocando un sangrado.
Anna, ya muy débil, se desvaneció casi por completo tras este incidente.
-¡Vengan a ayudar! -gritó Pedro a las enfermeras que pasaban por el pasillo.