Chapter 81
Chapter 81
In New York City people walk fast, the morning has started with a fine drizzle that wets everything in a few minutes.
Evangeline se encarga de ir a la habitación de la pequeña Charlize, sin embargo, no es sencillo ver la mirada de la pequeña, desconcertada al verse con el vestido de la fiesta y que no sea Luz quien va por
ella.
-¿Y Lucecita? ¿Sigue dormida, Evangeline?
-Eh, eso creo – la chica no sabe qué decir o que no decir -. Pero ahora vamos a levantarnos y luego vamos por un desayuno delicioso, el que quieras. – Panqueques con dulce de leche, por favor – le dice ella sonriendo -.
– Por supuesto, mi princesa.
Mientras, en la habitación de Gerard, en una silla frente a la ventana, está sentado un hombre ojeroso, dolido, lleno de remordimientos y arrepentimientos. El hombre que alguna vez se plantó en los juzgados de manera implacable, donde todos le rendían pleitesía, se fue lejos. La mirada perdida en alguna parte del exterior, el corazón destruido y las ganas de vivir colgando de u n hilo.
Su niña, su Lucecita, se fue sin escucharlo. Lo creo un desgraciado y, solo una mínima esperanza lo mantiene con vida y algo de cordura, esa esperanza en la justicia.
En su bolsillo algo vibra, pero no sabe qué. No importa, nada importa.
–Mi Lucecita… mi amor.
Alguien llama a la puerta, pero no responde. Así quien quiera que sea entra de todas maneras.
-Gerard, buenos días – dice Dan con cautela, al verlo en el mismo lugar y casi la misma posición que anoche -. Te… te traigo buenas noticias.
-Solo noticias, Dan. A menos que me digas que ella me perdonó y que regresará.
-Ojalá pudiera decirte eso, mi amigo… pero las noticias siguen siendo buenas. El fiscal ha encontrado las pruebas que le faltaban.
Gerard se gira de inmediato y se pone de pie, algo tambaleante, por la debilidad de su cuerpo, Dan se acerca a él y lo lleva a la cama.
-Encontraron el antro que usa de pantalla para todos sus negocios, costó encontrarlo porque el infeliz lo tiene a nombre de la abuela de uno de sus ayudantes y el supuesto contrato de arriendo está a nombre de un sobrino de otro ayudante.
CallLC,
-Por eso nos costó tanto encontrar la información – se recuesta allí, cierra sus ojos y respira profundo -,
Con eso ya todo está listo, solo queda averiguar que allí es donde mantiene la contabilidad de sus fechorías y, según lo que Rickon ha cantado, hay un sótano que no está declarado en los planos.
-Rickon, ¿sigue de vacaciones?
-Sí, llama a diario a su padre. Le dice que está bien, que pronto va a volver y que le tiene excelentes noticias de negocios.
-Todo por un poco de seguridad para que no le hagan lo mismo que él le hizo a esas mujeres.
-Sobre eso… aparecieron finalmente veinticinco víctimas, Luz pudo ser la número veintiséis.This belongs to NôvelDrama.Org: ©.
-Puede que no fuera la número veintiséis de Rickon Bowman, pero la fue la número uno de Gerard Finnick
-Gerard…
-No digas nada – le dice con el tono cansado -. Me dijo violador, mentiroso, retorcido. Tiene razón con todo eso. -Pero no es así, deberías tratar de llamarla, decirle cómo fueron las cosas.
-No me escucho cuando estuvo frente a mí, mucho menos a la distancia. Te pido que llames a James más tarde para que te diga si la encontraron y si ya cuenta con protección. No quiero saber dónde está, ya me muero de celos de saber que se fue con Rafael.
-Y para no correr tras ella, ¿verdad? -Pareces mi pvto gemelo – los dos amigos se miran y sacan algo parecido a una sonrisa de sus labios
–
Alguien llama a la puerta, Dan va a abrir y se asoma Evangeline con una bandeja de desayuno.
-Di-disculpe – le dice dudosa a Dan, mientras él recibe la bandeja -. Sé que no es de mi incumbencia, pe-pero… mi princesita está preguntando por su papi y por su Lucecita – se le llenan los ojos de lágrimas a la chica -. No sé qué decirle.
-No se preocupe, yo en unos minutos iré a hablar con ella. Gracias.
She nods and walks out of there. -Tell Charlize the truth, I don’t want to keep lying to the people I love.
-The truth?
-That we discussed with Luz and she left.
-Brother, you’re asking me something very difficult – he leaves the tray on the bedside table and scratches the back of his neck -. I have no idea talking to children.
-Well… you should know, you could be the father of a child of the same age, right? Dan stares at Gerard with wide eyes and tries to speak, but he can’t. Don’t say anything, I found out by chance. I didn’t tell you anything because I figured it was too painful, but I’m telling you right now… we have to find a way to get Darcy out of the buffet.
-Gerard, she is a good lawyer and, although I hate her, she is your cousin…
I don’t want her near. I wouldn’t be surprised if her mere presence last night contributed to all this. But above all, I’m not going to force you to continue sharing space with a woman as despicable as her. She’s sorry for taking me so long to figure it out.
-And you forgive me for… shutting me up. I don’t know why I listened to him about keeping us a secret or why I never told you what he did.” Dan sits on the corner of the bed and looks at his hands. But I think your logic is flawless. I’ll see how to tell the princess what happened. -The truth.
Dan nods and walks out of there, thinking of a way to tell a six-year-old girl that the woman he
he loves like a mother, he left the house because he argued with his father.
-You’re screwed, Dan. I prefer a thousand times the courts to this.
You go downstairs, seeing the princess’s room with the door open and no one in it. Surely he is having breakfast or doing one of those things that children of his age do.
Entering the kitchen, he sees Charlize eating pancakes, the girl smiles at him and invites him to sit down.
– Uncle, you came very early. Want one? -he says, bringing the plate closer to her – -Yes, thank you… - he sighs and looks at her, so innocent-. My princess, we have something to talk about. It’s about Luz and
your daddy. -They are sick? Is that why you’re here?
-No… it’s just that, well… – she scratches the back of her neck again and looks at the ceiling, to see if the words to say come out there – They had an argument last night and… Luz, she’s upset and …
-He left, right? – the girl tells him leaving her breakfast -. That always happens to a partner. Her parents fight and her mother leaves the house with them to see her grandmother.
-I’m sorry, my girl.
– Why didn’t Luz take me with her? Just like my partner, her mother never leaves her.
– Because, in your case, you should stay with your daddy. -I know, because she’s not my mom. Every time they fight, I’ll stay with dad, because I don’t have a mom.
Dan musters all his strength not to cry, while Charlize, in a way, feels good. Luz is not her mother, she has no other grandparents and, most importantly… Matías is not her uncle.